domingo, 19 de abril de 2009

Antes de la inmortalidad (2º parte)

Faltaban dos días para mi cumpleaños y teníamos que organizar todos los preparativos previos en muy poco tiempo. Enviar las invitaciones donde se comunicaban el día y la hora, adornar la gran sala para que estuviera perfecta para la fiesta y elegir la comida que se iba a servir.

Mis padres estaban muy ilusionados con la fiesta, iba a ser una de las más importantes del año en la ciudad y ellos querían quedar bien, ya que venía mucha gente a la celebración y algunos muy importantes. Hubo más de doscientos invitados, contando nobles de otras Cortes y clérigos también, incluso vino la familia Real. Aparte vinieron amigos y demás familiares.

Con todos estos preparativos no tuve tiempo para pensar en lo que había pasado la noche anterior. Pero llevaría puesto el vestido tal y como me pedía en la nota para ver si de ese modo, la persona que me lo regaló confidencialmente daba la cara. Tenía mucha curiosidad, nada extraño en mí, pero cuando tuve tiempo de pensarlo detenidamente me di cuenta que el balcón estaba tres pisos por encima del suelo, y no había forma alguna de subir hasta a él si no fuera por la puerta de entrada. Estaba claro que alguien dejado allí el paquete, seguramente uno de los criados lo había dejado allí, quizás era un regalo de uno de ellos o quizás les dijo alguien que lo llevara allí. Tenía que averiguarlo. Pero en cada uno de ellos me encontré la misma contestación «No señorita, ¿desea alguna otra cosa?» Parecía que se ponían de acuerdo que iban a contestar a mi pregunta. Pregunté a mis padres pero en su contestación también encontré una negativa. Busqué entre la lista de invitados, sabía que vendría y para ello debería figurar en la lista, pero no encontré nada allí. No podía hacer otra cosa que esperar a que se presentara delante de mí, y eso hice.

Los primeros en llegar a la fiesta fueron John y su familia. Elisabeth también había sido invitada y venía cogida del brazo de John, cosa que me extrañó porque estaban Lord y Lady Laurent presentes.

-Buenos días, espero que disfruten de la velada – dije lo más educadamente posible.

-Gracias, y felicidades, querida. Tenemos un regalo para ti. Ten. – dijo Lady Meredith amablemente mientras me tendía un paquete de color crema.

-Muchas gracias, por favor pasen. Mis padres esperan en la sala vuestra llegada.

Sin decir nada más se dirigieron hacia mi madre que les esperaba. Entonces saludé a John y Elisabeth.

-¡Felicidades Kath! He tenido que darme prisa para llegar a tiempo, no me quería perder tu fiesta. – John tenía buen aspecto, sin duda le había sentado muy bien viajar y no estaba tan delgado como lo recordaba. – Ten lo he traído de unos cuantos lugares, espero no haber fallado.

-Gracias. Seguro que me encanta, pero una pregunta ¿cómo es que habéis venido cogidos del brazo?

-La verdad, es que en cuanto llegó se lo dijo a sus padres. – era la primera vez que Elisabeth hablaba desde que habían llegado.

- Y al parecer se lo tomaron bien ¿no?

- La aprecian mucho y les he convencido de que será la mejor mujer que puedo tomar como esposa.

-Me alegro mucho por vosotros, os lo merecéis.

Asintieron con la cabeza y se dirigieron a la sala mientras yo seguía saludando a los demás invitados, pero ninguno de ellos era “A.M.”


Llevaba puesto el vestido negro con un collar de perlas que era el regalo de mis padres. Por una parte mi cabello estaba recogido y la otra colgaba sobre mi espalda.

La gente comía, bebía y charlaba. Me sorprendió ver que había venido la familia Real, aunque estuviera invitada. En un momento me invadió de nuevo esa extraña sensación y sabía que estaba allí y me llamaba. Mientras recorría la sala fui examinado detenidamente los rostros de todos los invitados, pero ninguno de ellos era él que yo buscaba. Cuando terminé de recorrer la sala vi una figura que se alejaba cruzando el umbral de la puerta que daba al patio. Sabía que era a quién estaba buscando y que él quería que le siguiera. Salí corriendo detrás de aquella figura, pero la perdí cuando mi madre me llamó.

-¡Katherine, ven! Tienes que hablar delante de todos y agradecerles que hayan venido.

-Pero, madre, es que tengo, tengo que ir…

-Tienes que ir a recitar el discurso que hemos estado ensayando.

-Está bien madre. Voy en seguida.

Me situé en medio de la sala mientras miraba al patio. Agradecí a todos los asistentes los regalos y su compañía en ese día en el que todo mi mundo iba a cambiar. Me quedé hablando, y cada vez que intentaba escaparme venía alguien que me retenía. Eran las seis, los asistentes fueron tomando asiento para tomar el té. Yo tomé una taza con John y Elisabeth. Les conté lo de aquel misterioso personaje que me había regalado el vestido y les enseñé la nota. Primero la leyó Elisabeth y después John.

-Y ¿no sabes quién es? – preguntó con un tono serio y preocupado, casi me daba miedo responderle.

-No, pero sabía lo del vestido y eso solo se lo comenté a Elisabeth y no había nadie más. – dije señalando a Elisabeth que respondió un asentimiento.

-Debes tener cuidado, puede que no sea una buena persona. – dijo Elisabeth rápidamente antes de que John pudiera decir algo.

-Ya lo sé, pero algo me dice que puedo confiar en él, que no me hará daño.

- Si vas en su busca, avísame. No quiero que te suceda nada, eres como mi hermana. Prométemelo.

- Te lo prometo. Pero no me pasará nada. – la expresión que adoptó John no me gustaba y la de Elisabeth era triste pero cuando me miraba hacía un esfuerzo por sonreír como si se sintiera incomoda por la situación. – Anda toma unos pasteles, hace mucho que no los comes.

Intenté desviar la conversación pero John hacía caso omiso a lo que decíamos Elisabeth y yo. Me quería mucho como ya me había dicho antes y por esa razón entendía su preocupación y su cambio de actitud. No debería haberle contado nada. Me disgustaba que precisamente él estuviera de esa forma por mi causa, de ser el motivo de su preocupación. Nunca me había gustado que los demás sufrieran por mis problemas pero en ese caso yo no lo consideraba un problema.

Ya no estaba como antes aunque hablábamos de otra cosa seguía sin inmutarse por nada. Elisabeth le dio un beso cariñoso pero parecía que solo estaba presente en cuerpo porque ni si quiera se movió. Ella y yo intentamos que nos contara todo lo que había visto durante sus viajes, como en sus cartas. Pero lo único que salía de sus labios era “Son lugares muy bonitos y muy diferentes a Londres. Cada ciudad distinta a la anterior”.

Les propuse ver los regalos que tenía. Elisabeth estaba entusiasmada nunca había visto cosas de tanto valor que no fueran de su señora, John simplemente asintió fríamente. El regalo de sus padres era un bonito vestido de seda de color celeste con una diadema a juego. El de John eran varios regalos. Me había traído vestidos de las ciudades más distinguidas que había visitado como Roma, Venecia y París. Y los alimentos más exquisitos de esos lugares como un queso magnifico importado de París y que tenía un sabor completamente nuevo para mí. El regalo de la familia Real era un collar de diamantes y zafiros, era precioso, distinguido y elegante a su vez sin duda era una verdadera joya de la Corona de Inglaterra. El regalo del doctor y su esposa era un bonito recogedor de pelo de plata con unas pequeñas gemas incrustadas en él. Cuando terminamos de ver todos le di las gracias a John por sus regalos. Este solo respondió.

-Son meros objetos, no tienen valor.

Me estaba empezando a molestar su actitud así que les dije que tenía que atender a otros asistentes a la celebración. Elisabeth asintió con una sonrisa encantadora y John seguía perdido mirando a la pared del fondo sin decir palabra ni movimiento alguno. Mientras me dirigía a la mesa con la comida una de las criadas llamada Judit según recuerdo se acercó a mí.

-Perdóneme señorita, pero un caballero me dio esta nota para usted y dijo que debía entregársela lo antes posible. – Tomé la nota y la leí en voz baja.

«Querida mía,
Te llevo observando desde el comienzo de la fiesta, pero tú no me has visto. Has saludado a todos los invitados menos a mí. Veo que acerté con el regalo. Estas hermosa. Si no vienes a mí pronto iré yo a por ti, no lo dudes. Despídete de todos a los que aprecias y crees amar, puede que nunca los puedas volver a ver después de hoy, siendo Katherine Clare.
Un beso de tu amante.
A.M.»

-¡Judit, espera! – grite desesperada antes de que se marchara.

-¿Qué desea señorita?

-Necesito que me digas quien te dio la nota, es importante.

-No sé su nombre, solo me dijo que le entregara la nota que usted lo entendería.

-Pero ¿cómo es el caballero?

-Es un hombre joven, puede que algo mayor que usted, diría yo. Es bastante pálido y un poco delgado pero resalta a la vista que es un hombre fuerte. Sus ojos son finos y de color azul claro. Sus labios son gruesos y tiene una nariz pequeña. Sus cabellos son castaños y ondulados. La verdad es que es muy apuesto.

- Gracias, puedes retirarte. Pero antes dime ¿dónde se encuentra el caballero?

-Hace un minuto estaba sentado junto al profesor Philip y su esposa. Si me disculpa, debo seguir con mi trabajo.

La descripción que me había dado Judit, era sin duda la de un joven veinteañero, apuesto y muy hermoso. Nunca antes me habían descrito o había visto a nadie así. A nadie tan…perfecto.
Me quedé un rato mirando a mí alrededor hasta que vi una figura que resaltaba entre las demás. Ojos claros y finos, cabellos castaños y ondulados y piel pálida. Sin duda era él. Me quedé mirándole unos instantes y él a mí mientras me mostraba una sonrisa con picardía. Notaba que me hipnotizaba con la mirada, que me perdía en aquellos ojos azules y no conseguía salir. Y con su sonrisa me pasaba lo mismo al ver esos dientes tal blancos como la cal y me parecían extraños. Me sentía atraída por él como un imán atrae un trozo de hierro. Pero no me dirigí a él hasta finalizar la fiesta y se fueron todos los invitados.

5 comentarios:

  1. cada vez es mejor la historia!! te felicitoo!!

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  2. asias!! intentare no decepcionar a nadie ^,..,^

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  3. jolaa martaa sabes k soy uno de los pikaillos a tu libro U.u asi k no me decepciones ni a pollo ni a mi xD sigue escribiendo pliss!!!! en er tuto y en el blog xauuu

    bY:Juanjo12jdv

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  4. k siii!!! dejar de extresarmee no parais nio el pollo ni tu en to el dia!!

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  5. es precioso, de verdad!! me muero de ganas x ver cómo sigue.. a ver cuando pones la siguiente parte!! xD

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